Todos tenemos algo en nuestra vida que sabemos es importante, y aun así no lo apreciamos lo suficiente. Has escuchado esto antes, y lo escucharás de nuevo: perdemos lo que no apreciamos. Hoy es el día perfecto para sentarte en silencio por un momento y darle gracias al Creador por permitirte el privilegio de ___________ (escribe tu lo que hayas reflexionado).
La Kabbalah enseña que si dejamos la iglesia, el templo, la mezquita o capilla siendo exactamente la misma persona que éramos cuando entramos, es como si no hubiésemos entrado. Lo mismo es cuando estamos estudiando el Zóhar y otras fuentes kabbalísticas. Orar, meditar y estudiar son el camino hacia un destino: el abrirnos para que la Luz entre a ayudarnos a cambiar. Dios no necesita nuestro agradecimiento o nuestras súplicas. El crecimiento personal es lo único que importa.¿Eres hoy diferente a lo que eras ayer? Tómate tiempo para trabajar en cambiar una parte de tu personalidad que no te gusta. Cuando haces esos pequeños cambios en ti mismo, revelas la chispa de Dios en ti. Y es la mejor forma de oración que puedes ofrecer.